viernes, 13 de enero de 2012

Personas sencillas


 


Porque la RAE puede enseñarnos cosas

sencilla: 6. adj. Dicho de una persona: Natural, espontánea, que obra con llaneza./ 8. adj. Ingenuo en el trato, sin doblez ni engaño, y que dice lo que siente.

Porque la tele, a veces, puede enseñarte cosas:

"prometo seguir amando a corazón abierto"/"prometo seguir riendo en los funerales"/"prometo volar en el próximo intento"

Porque la música te inspira, como cuando Dylan recita" Forever Young" o Violeta Parra le da gracias a la vida.

Porque, siempre, las personas sencillas te lo enseñan todo.

Gracias a mis musas (y a mis musos)




lunes, 9 de enero de 2012

De vuelta entre la multitud


La dama de blanco y yo os traemos otro cuentecito. Dedicado a esas personas que me dice el blog son mis seguidores (me siento lider religioso o un guru jeje) y a los hacedores de música y sonidos (que palabro mas raro acabo de inventar) en particular. Aquí va, espero que os guste:

El hombre sabio transportaba agua desde el viejo pozo hasta su casa, una solitaria construcción de adobe en lo alto de la rocosa montaña. El pozo no distaba mucho de su hogar, pero tenía que recorrer una empinada cuesta para ir de un sitio al otro. Cada mañana bajaba con su cubo de madera y lo llenaba con agua clara y limpia y andaba bajo su peso el desnudo camino hacia su morada. Últimamente pensaba mucho mientras hacia aquél camino.

Despojado de todo lo material, solitario entre los riscos de aquella montaña siempre nevada, dedicado todo el día a meditar sobre el ser y la nada, muchos presumían su sabiduría y unos pocos ascendían a su apartada cabaña a pedir su consejo. Amaba al mundo desde su atalaya en la roca, insuflaba cariño en sus máximas. Amaba, pero no era amado. Con un orgullo que intentaba rechazar pensaba que sus palabras habrían ayudado a los caminantes fatigados que se acercaban a llevar una mejor vida, a darse cuenta de las cosas importantes, quizás a querer mejor. Pero nunca podría aconsejar a nadie como llegar mejor a fin de mes, a cuidar mejor una familia con un marido ausente.

Cuando reflexionaba sobre todo ello no sentía el peso del agua, sino el peso de la soledad. Y del silencio. Apreciaba mucho el sitar que unos músicos de la comarca le habían regalado, tañéndolo intentaba romper un silencio que ahora le oprimía. Añoraba la música. 

No echaba de menos el ruido de los coches, de excavadoras haciendo zanjas, de gritos, de sirenas de ambulancia. Pero echaba de menos los sonidos de aquélla zona de Nueva Delhi donde se crío, donde no habían coches ni excavadoras. Las voces de los niños correteando juguetones, las mujeres de los puestos de fruta voceando su mercancía, al santón que cantaba sus oraciones caminando en trance por la calle. Los olores de las especias del mercado y el incienso de los pequeños templos. Entendió que no había huido de aquellos sonidos y olores, solo había huido cobarde de la pobreza que atenazaba esas calles, de la desesperanza, del hambre en los estómagos. Pero en aquellas calles, aun sucias y míseras, palpitaba la vida, la risa de los niños, la voz exaltada de los jóvenes hablando de su equipo favorito, los chascarrillos de los mayores. Y comprendió que era a la vida a la que había renunciado, al amor que podrían darle y el amor que podría dar. Y decidió volver entre la multitud.



domingo, 8 de enero de 2012

Hola mundo


Hola mundo ¡

Desde peque me ha gustado emborronar folios y cuartillas, pero siempre he guardado para mi mis tonterías y monetes. Fue así hasta que unas buenas amigas decidieron liberar mi prosa y yo ahora la saco a pasear. Mando a las letras y palabras que salgan de sus cuarteles y se pongan en orden de batalla en el papel en el blanco. Les ordeno bailar, enzarzarse en descripciones absurdas, que tengan preparados en su carcaj besos y abrazos.

Este blog tiene dos nombres. Liberar París, porque me gusta el símil de liberar la ciudad de la luz y de bohemios escritores, pintores y filósofos de las camisas pardas y uniformes grises, y alma de papel, por la canción del mismo título de Manolo García.
 
 La pregunta de porqué escribo es mas difícil. Intento dar, darme, esta explicación:
“La hoja en blanco, la bella dama de blanco. Dijo un inglés que en la cabeza no cabía toda la realidad, así que yo la comparto con el folio en blanco, para que mi coco no pese demasiado, para surcar seguro, en mi barquito de papel, mares a veces calmos, pero a veces mares picados. Me acuesto al lado de la bella dama de blanco, hacemos el amor, suave, tiernamente. Le cuento mis cosas, vacío mi alma para que el mar no se encrespe. Y el papel en blanco se convierte en mi confidente, en mi amiga, en mi salvación”.

Graham Greene lo escribió con palabras mas bonitas y acertadas:
“Escribir es una forma de terapia. A veces me pregunto como se las arreglan los que no escriben, los que no componen música o pintan, para escapar de la locura, de la melancolía, del pánico inherente a la condición humana”.

  La bella dama de blanco se me ha quejado de que nunca salimos, que no hacemos planes juntos, que siempre la tengo aburrida en casa, así que ya es hora de salir a la lluvia y al sol. Es esta la finalidad del blog, iros contando cuentos. Y el de la primera entrada, dar las gracias a mis musas y a los que me leéis.

p.s. : la canción de Manolo García, un alma de papel: