Curioso el Barrio del Carmen, con sus
fachadas en las que se juntan y amanceban siglos y centurias, con sus
bajos en los que cohabitan restaurantes y tiendas de diseño con
kebaps olorosos y grasientos, bazares desaliñados y ultramarinos de
estanterias metálicas – y con unos pocos y resistentes comercios
de maderas nobles haciendo de testigo a tal ayuntamiento-.
Curioso el barrio del carmen, que de
día se viste de luz que le hace parecer cualquier pueblo
mediterráneo desde el que se intuye la mar aunque se sepa lejos y de
noche se traviste en mágico , en decorado de novela negra.
Curioso el Barrio del Carmen, de cuyos
balcones llueven pétalos de rosas rojas sobre la procesión del
Corpus,pero que usa las faldas de sus edificios como lienzo de
frases, dibujos y pintadas de aire contestario.
Allí una torre medieval, escondidas
bajo el suelo piedras de una muralla árabe, aquí caserones tocados
con escudos de señorío y abolengo, acá un solar, al otro lado
esplendor modernista , acullá inmuebles modernos orgullosos de
romper la estética anciana y algo decrépita del lugar; curioso el
barrio del Carmen.
Curioso el Barrio del Carmen, con la
solemnidad de sus edificios oficiales de bandera y poder, con la
levedad del beso de dos jóvenes enamorados en el café Lisboa.
Curioso el Barrio del Carmen, de
calles que huyen juguetonas de la línea recta y que los niños bien
podrían usar para jugar al escondite. Calles, un día anegadas, de
nombres que apelan a no tan antiguos oficios -corretgeria,bolseria,
caballers-, pero también a accidentes geografícos – alta,baixa,
Tossal- y, quizás, inviten a empezar nuevos caminos -Quart,
Serranos-. Calles de piedra y asfalto. que tienen en sus pocos
arboles la única concesión al verde de la naturaleza.
El Barrio del Carmen, donde el tiempo
es bruma.
Curioso el Barrio del Carmen, donde se
atrinchera la burguesía vieja menestral y donde se divierte la
chavalada posmoderna.
Curioso el Barrio del Carmen, que es
barrio, distrito, plaza y pueblo